Cada familia es única y pasará por diferentes experiencias difíciles. Todas las familias tienen altibajos. Momentos divertidos y agradables, pero también frustrantes y difíciles. Por mucho que los seres humanos y los padres queramos centrarnos sólo en los momentos agradables, es importante estar preparados para acontecimientos y situaciones difíciles y estresantes. Una herramienta maravillosa para ayudar a las familias a estar preparadas para afrontar y sobrellevar bien los momentos de estrés es celebrar Reuniones Familiares. (Y si se perdió la primera parte de esta serie, léala aquí).
Las reuniones familiares periódicas y estructuradas pueden ayudar a las familias a resolver problemas, crear normas familiares acertadas, planificar vacaciones familiares satisfactorias y unir más a la familia. Existen algunas pautas y consejos importantes para ayudar a que estas reuniones familiares periódicas sean experiencias satisfactorias y positivas.
Reserva un tiempo específico para reunirte en familia. Esto puede resultar difícil, sobre todo a medida que los niños crecen y sus horarios se vuelven más ajetreados. Pero no tiene por qué ser una reunión larga, e incluso puede tener lugar durante una cena familiar. Las reuniones familiares pueden celebrarse con la frecuencia que mejor se adapte a las necesidades de su familia.
Elabore una agenda temática. Las reuniones serán más fluidas si todos saben de qué tema concreto van a hablar. Informar a cada miembro de la familia con antelación también puede ayudar a cada persona (especialmente a los niños mayores) a prepararse para participar y compartir sus pensamientos y opiniones, y puede ayudar a que todos se centren en el tema que se está tratando en lugar de enredarse en otros problemas o desacuerdos familiares.
Comience cada reunión compartiendo buenos pensamientos sobre los demás. Como padre, será muy beneficioso predicar con el ejemplo en este caso. Comience la reunión compartiendo lo que le gusta o le encanta de su pareja, si está implicada, y después de cada uno de sus hijos. Puedes compartir lo que te gusta de ellos o algo que hayan hecho y que te haya gustado. Que tu pareja haga lo mismo puede ayudar a consolidar esta idea. Luego, invita a tus hijos a compartir también. Esto invita a un ambiente agradable para comenzar la discusión familiar.
Comparte y participa por turnos. Asegúrese de que todos tengan la oportunidad de compartir sus pensamientos, ideas o preocupaciones. Así todos se sienten valorados y que sus sentimientos importan.
Termina con algo positivo. Puede ser beneficioso terminar con una golosina o un postre. O incluso una divertida actividad familiar. Así todos tendrán algo que esperar. También contribuirá a que las reuniones familiares sean más agradables y una experiencia positiva para la familia.
A medida que su familia se reúna con frecuencia y se sienta cómoda con este proceso, se sentirá mejor preparada para hablar en familia de temas difíciles y estresantes cuando surjan esos momentos.
Otros buenos consejos para iniciar y llevar a cabo reuniones familiares: Cómo celebrar reuniones familiares positivas
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