Help Me Grow | United Way of Utah County

Actividades sensoriales fáciles para hacer en casa

Como adultos, utilizamos cada uno de nuestros sentidos a diario para comprender y procesar el mundo que nos rodea. A medida que los niños se desarrollan, aprenden también a utilizar cada uno de sus sentidos. Algunos niños pueden tener dificultades con el procesamiento sensorial, ya sea porque se sienten sobreestimulados con facilidad o porque les cuesta procesar cualquier estímulo sensorial. Tanto si tu hijo tiene problemas de procesamiento sensorial como si no, realizar actividades sensoriales en casa puede ser muy divertido y ayudar a su desarrollo. Aquí tienes algunas ideas de actividades caseras fáciles para estimular los sentidos de tus hijos.

Plastilina suave y sedosa

Mi receta favorita de plastilina casera es súper fácil, ¡porque sólo lleva 2 ingredientes! Mezcla 2½ tazas de maicena y 1 taza de acondicionador para el cabello (cuanto más barato mejor, pero asegúrate de que a ti y a tus hijos os gusta el aroma). Añade más maicena si es necesario para conseguir la consistencia deseada. Cuando se forme una masa, será muy suave y sedosa. Puedes añadir colorante alimentario para colorearlo como más te guste. Lo hice con niños cuando era niñera, ¡y fue un gran éxito!

La plastilina es una actividad sensorial estupenda porque ayuda a tu hijo a explorar nuevas texturas. Junto con esta masa suave y sedosa, puedes darle a tu hijo juguetes y utensilios de otras texturas para potenciar su procesamiento sensorial. La plastilina también ayuda a desarrollar la motricidad fina. Ayude a su hijo a aprender a enrollarla en forma de serpiente, a cortarla con formas o a dibujar letras y números en la masa. También puedes esconder pequeños juguetes en la masa y hacer que tu hijo los busque.

Dados de acción animal

Además de los cinco sentidos en los que normalmente pensamos (vista, oído, tacto, gusto y olfato), hay otros dos sentidos que los niños están desarrollando. Una de ellas es la propiocepción, que consiste en procesar la información de músculos y articulaciones para saber cómo está colocado el cuerpo y cómo se mueve sin mirar. El otro es el sentido vestibular, en el que interviene el oído interno para darnos la sensación de equilibrio y coordinación de movimientos. Los adultos no solemos tener que pensar en estos sentidos, porque nos resultan muy naturales, pero los niños todavía los están desarrollando.

Cualquier actividad que implique movimiento ayudará a activar los sentidos propioceptivo y vestibular del niño. Una forma divertida de hacer que tus hijos hagan muchos movimientos diferentes es elegir un animal y hacer que se muevan como se movería ese animal. Pueden correr rápido como un guepardo, agitar los brazos como una mariposa, saltar como una rana o estirarse como una jirafa. Haz clic aquí para obtener una divertida plantilla imprimible de un cubo que puedes doblar, y luego tus hijos pueden tirar los dados para decidir qué animal moverse como.

Botellas sensoriales/de descubrimiento

¿Has visto alguna vez proyectos DIY para una botella llena de purpurina que tus hijos pueden agitar y ver cómo se asienta la purpurina? Hay muchas variaciones de este proyecto, y es una forma estupenda de que los niños practiquen la exploración y el reconocimiento visuales. Puedes llenar la botella con pequeños animales de plástico o kitoys, letras y otros objetos de diferentes colores y formas. Mientras flotan en la purpurina, el aceite o el agua coloreada de la botella, haz que tu hijo busque cosas diferentes. Los niños también pueden jugar por turnos al «veo-veo» con estas botellas de descubrimiento. También puede ser muy tranquilizador agitar el biberón y ver cómo las cosas vuelven a asentarse lentamente en el fondo. Esta sería una actividad portátil estupenda que puedes llevar contigo fuera de casa. Aquí tienes un artículo con ideas sobre diferentes materiales que puedes utilizar, y puedes rellenar la botella con lo que quieras.

El escondite sonoro

Busca objetos en casa que hagan ruido (campanas, silbatos, tambores de juguete, etc.) y utilízalos en el juego del escondite. El que se esconde se lleva el aparato y hace ruido mientras se esconde. Los demás jugadores tienen que seguir el sonido para encontrar a quien se esconde. Esta es una forma estupenda de ayudar a tus hijos a aprender a escuchar y seguir los sonidos, ¡y hará que un juego normal de escondite sea un poco más interesante!

 

Para más ideas de actividades sensoriales, ¡visita los tableros de Pinterest de Help Me Grow aquí!

Tagged under