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Ansiedad de separación y regresión del sueño

Unos meses después de que mi nieto cumpliera dos años, empezó a tener ansiedad por la separación, lo que le causó problemas a la hora de acostarse y una regresión del sueño. Pasó de ser un niño pequeño que se iba a la cama y a dormir cada noche sin demasiados problemas y dormía sin despertarse demasiado a menudo durante la noche a ser un niño pequeño que gritaba, lloraba y se golpeaba la cabeza contra los barrotes de la cuna hasta tener chichones y moratones en la cabeza. Sus padres intentaron muchas cosas para ayudarle a dormir mejor, desde dejarle llorar (durante horas) hasta quedarse con él hasta que se dormía (se despertaba en cuanto salían de la habitación y volvía a empezar). Durante todo este tiempo, mi hija me pedía a menudo consejos o sugerencias. Aquí hay algunas cosas que encontré para ella:

  • Consulta con tu pediatra para descartar una razón médica, como una enfermedad, una infección de oído, la nariz taponada o la dentición. Si no hay una razón médica para que tu hijo no duerma, lo más probable es que tu pediatra pueda darte algunos consejos.
  • La regresión del sueño es normal a ciertas edades. Suele estar relacionada con la ansiedad por separación, como la que experimentaba mi nieto, y es un signo de que su hijo se está desarrollando con normalidad. En este artículo se explica que la ansiedad por separación es una parte normal de la madurez mental del niño y demuestra que ha desarrollado la permanencia de los objetos.
  • Establezca una rutina para acostar a su hijo que le ayude a pasar del juego al sueño. Pasar de hacer algo divertido a algo aburrido, como dormir, es difícil. Establecer o mantener una rutina puede facilitar esta transición. La rutina a la hora de acostarse será diferente para cada familia, pero puede incluir un baño, ponerle el pijama y un pañal nuevo, leerle o contarle un cuento, cantarle una nana, darle un beso y un abrazo de buenas noches y, a continuación, atenuar o apagar las luces.
  • Evalúe los patrones de sueño de su hijo: ¿ha llegado el momento de ajustar la hora de acostarse o de dormir la siesta, o de suprimirla por completo? Si tu hijo duerme la mayor parte del día, es menos probable que esté cansado a la hora de acostarse. Las necesidades de sueño cambian a medida que el niño crece y muchos niños dejan de hacer la siesta entre los 3 y los 5 años. Puedes ver una lista de los requisitos de sueño, incluidas las siestas, para todos los niños en este artículo de la Fundación del Sueño.

Hay muchas otras razones por las que un niño puede tener problemas a la hora de acostarse, como tener pesadillas o sentir falta de control. La Fundación del Sueño tiene un excelente artículo que analiza estas razones y las formas en que los padres pueden afrontarlas; puede leerlo aquí. En cuanto a la ansiedad por separación y la regresión del sueño de mi nieto, sus padres intentaron muchas cosas diferentes, pero al final se limitaron a asegurarse de que se sentía querido, de que su entorno era seguro y a dejarle llorar. Ya tenían una rutina para irse a la cama, así que continuaron con ella. De vez en cuando sigue teniendo noches difíciles, pero se acuesta y duerme mucho mejor.

Puedes leer más consejos sobre cómo facilitar la hora de acostarse en mi anterior entrada del blog Cómo facilitar la hora de acostarse

– Staci, Enlace con la Comunidad

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