Enseñamos a nuestros hijos el peligro de los desconocidos, a parar, a rodar y a protegerse contra incendios, pero ¿les enseñamos a mantener su cuerpo a salvo?
Piense en su infancia: ¿tuvo una tía que le diera un beso baboso en la mejilla o un tío que le diera un abrazo que le rompiera las costillas? ¿Te dijeron que era de mala educación decir que no, así que aguantaste lo horrible hasta que pudiste escapar e ir a jugar con tus primos? Sé que yo lo hice. Nosotros odiábamos esta experiencia, así que ¿por qué enseñamos a nuestros hijos que deben hacer lo mismo? No hace falta.
Por desgracia, las estadísticas en Utah informan de que 1 de cada 10 niños sufrirá abusos sexuales antes de cumplir los 18 años. Son cifras terribles, pero eso no significa que seamos impotentes para prevenir y detener los abusos que puedan producirse. Enseñar a los niños sobre seguridad corporal puede ayudar a educarles y prepararles si se encuentran con situaciones que les hacen sentir incómodos o inseguros.
1. Su cuerpo es suyo
Debemos enseñar a nuestros hijos que tienen el derecho y el poder de decir no a las caricias de los adultos o de otros niños. Enseñar a los niños que tienen poder sobre su propio cuerpo les ayuda a entender que si algo les resulta incómodo o inseguro pueden correr a contárselo a un adulto de confianza. Si un niño se siente incómodo con el afecto físico, o simplemente no está de humor para una pelea de cosquillas, puede ofrecerle alternativas como chocar los cinco, chocar los cinco en el aire, chocar los puños, chocar los codos, saludar y soplar besos.
2. Conocer la terminología adecuada para sus cuerpos
Es importante que sepan cuáles son las partes de su cuerpo y qué grandes cosas pueden hacer. Se puede hablar de los sistemas urinario y reproductor de su cuerpo con la misma comodidad que de un codo o un hombro. Mantener conversaciones abiertas y adecuadas a su edad sobre su cuerpo ayuda a su hijo a sentirse cómodo para acudir a usted si le ocurre algo incómodo o peligroso. Una buena forma de explicar las zonas privadas y su importancia es la siguiente: «todo lo que cubre el bañador es sólo para ti y nadie más puede tocarte ahí».
NOTA: Las dos excepciones a esta regla son si un adulto de confianza les ayuda a ir al baño o si están en una visita al médico y uno de los padres está presente en la habitación.
3. Toques seguros y toques inseguros
Las caricias seguras son cualquier cosa, desde un cálido abrazo hasta un impresionante choca esos cinco. Estos toques nos hacen sentir mejor y más felices. Piensa con tu hijo en algunos ejemplos de contacto físico seguro. En cambio, los tocamientos inseguros pueden ser cualquier cosa, desde pegar a un hermano hasta tocar las partes íntimas de alguien. Explique a su hijo que las caricias inseguras pueden hacernos sentir avergonzados o culpables por dentro.
Una buena forma de explicar esto a los niños pequeños es un «uh-oh» o sensación de asco. Háblales de lo que siente su cuerpo cuando tienen una sensación de «uh-oh». (Puede ser que esté mal del estómago, que no tenga hambre, que esté triste y no quiera jugar, etc.). Explícales que es la forma que tiene su cuerpo de decirles que algo va mal. Cuando tengan esa sensación de «uh-oh» deben decírselo a un adulto de confianza.
NOTA: Abstente de utilizar toques «buenos» y «malos», ya que a veces los toques inseguros pueden crear una sensación placentera o «buena», lo que puede confundir mucho a los niños.
4. Sé firme y di «no» a los tocamientos no deseados
Practique la asertividad con su hijo hablándole de situaciones en las que debe decir frases como:
«¡Para que no me gusta eso!»
«¡No significa NO!»
«Soy el jefe de mi cuerpo».
5. Haz una lista de «Adultos seguros».
Otra estadística alarmante es que el 90% de los niños son maltratados por alguien que conocen y en quien confían. Aunque no queremos vivir con miedo de nuestros seres queridos, también debemos estar informados y ser prudentes sobre quién interactúa con nuestros hijos. Haz una lista con tu hijo sobre 3-5 personas de confianza con las que hablar si se produce un contacto incómodo o inseguro. Tranquiliza a tu hijo diciéndole que todos estos adultos le creerán si lo cuenta y que tú le creerás si te dice que ha pasado algo.
6. Lugares privados y públicos
Puedes ayudar a tu hijo a entender que hay lugares públicos donde todos deben reunirse y lugares privados donde sólo debe estar una persona a la vez. Las cocinas y las habitaciones familiares pueden ser zonas divertidas para que las familias y los amigos se reúnan a comer y jugar. Explica que, por otro lado, los cuartos de baño de las casas son lugares privados en los que sólo debe haber una persona a la vez. La única excepción sería si un padre tuviera que ayudar a un niño a ir al baño. También puedes utilizar esta regla para los dormitorios.
7. Aprender los «trucos» que utilizan las personas inseguras
A menudo, los adultos u otros niños pueden mentir sobre lo que podría ocurrir si un niño cuenta un contacto incómodo o inseguro. Utilizarán el soborno, el miedo y la intimidación como tácticas para evitar que el niño se lo cuente a un adulto. Ayude a su hijo a comprender las distintas formas en que el adulto o el niño pueden utilizar «trucos» para intentar asustar a los niños y hacer que hagan lo que ellos quieren. Intenta representar situaciones en las que la gente utilice trucos para conseguir que no lo cuenten: anímales a utilizar respuestas que sean asertivas. Tranquiliza a tu hijo diciéndole que si habla con un adulto de confianza sobre un contacto inseguro, estará seguro y tranquilo, diga lo que diga la persona insegura.
8. Mantenga abierta una línea de comunicación con su hijo
Es fundamental recordar a tu hijo que siempre puede venir a hablar contigo de cualquier cosa. Haz preguntas y entabla una conversación sobre la seguridad corporal para que tu hijo se sienta más cómodo acudiendo a ti si le ocurre algo. Si te sientes cómodo, haz preguntas y habla de las caricias seguras e inseguras con regularidad para que tu hijo recuerde cómo puede ser asertivo y tener poder sobre su propio cuerpo.
9. Utilizar libros para hacer la conversación más divertida y cómoda
Puede ser difícil encontrar la manera de abordar estos temas con su hijo, puede resultar incómodo. No sólo es bueno repasar lo que te gustaría decir de antemano, sino que puedes probar a utilizar vídeos, libros u otras herramientas que te ayuden a iniciar esa conversación. Utilizar estos medios puede ayudar a su hijo a implicarse con los personajes de la historia y a relacionarse mejor con la conversación. También hace que a su hijo le dé menos miedo y le resulte más divertido aprender.
10. Refuerce su amor incondicional por su hijo y su valor incondicional.
Asegúrate de que tu hijo sepa que, pase lo que pase, siempre es bueno y merece la pena. Hazles saber que siempre pueden venir a hablar contigo y que no les castigarás si ocurre algo. Asegúrate de que sepan que siempre les querrás y les apoyarás. Imponer este conocimiento les ayudará a gestionar las emociones conflictivas y confusas en caso de que surja algo.
Si le interesa saber más sobre cómo enseñar a su hijo seguridad corporal, consulte los sitios web que se indican a continuación, donde encontrará más información e ideas sobre cómo iniciar ese debate. Deje a continuación sus opiniones, comentarios o preguntas sobre la seguridad corporal.
Páginas web:
Kids First: www.kidsfirstinc.org/how-to-talk-to-young-children-about-body-safety/
Defender la inocencia: defendinnocence.org
Prevenir el maltrato infantil en Utah: pcautah.org
Vídeos en Youtube:
Seguridad corporal para adultos: Dote a su hijo de conocimientos sobre seguridad corporal https://www.youtube.com/watch?v=qW5qZYldCUo
Protégete Reglas – Grados K-3 – Todas las lecciones www.youtube.com/watch?v=b8R2g5QrDAw
Algunos secretos nunca deben guardarse leído por Debra Byrne www.youtube.com/watch?v=4YjJ1MreZqs
Libros:
Miles es el jefe de su cuerpo -Samantha Kurtzman-Counter
Mi cuerpo me pertenece de la cabeza a los pies – Dagmar Geisler
¡Mi cuerpo es especial y me pertenece! – Sally Berenzweig