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3 formas sencillas de fomentar un apego seguro con tu hijo

¿Sabías que 4 de cada 10 ¿la gente tiene un estilo de apego inseguro? Los estilos de apego describen cómo conectamos con otras personas y a menudo se derivan de nuestros primeros infancia experiencias. Nuestros estilos de apego se ven influidos por los estilos de apego de nuestros padres, que a su vez se vieron influidos por sus padres, y así sucesivamente. Por suerte, cuando este ciclo perpetúa pensamientos y comportamientos insanos, puede interrumpirse.

La autorreflexión es crucial para proporcionar a los niños un espacio enriquecedor; si no eres consciente de tus inseguridades, puedes disminuir inadvertidamente la resiliencia de tus hijos y las posibilidades de crear vínculos saludables en el futuro. Entonces, ¿cuáles son las señales que debes vigilar tú y tu hijo?

Apego ansioso

Puedes tener un apego ansioso ansioso si

  1. Te cuesta creer que los demás estarán ahí para ti. La confianza es una parte importante del apego sano, así que si tus experiencias pasadas te han hecho sentir que no puedes confiar en que la gente te apoye, puede que seas del tipo ansioso.
  2. Tenías una relación incoherente con tu cuidador principal. Podrías estar ansiosamente apegado si te sintieras confuso por su comportamiento, preguntándote con frecuencia si tu cuidador estaría emocional o físicamente presente la próxima vez que lo necesitaras.
  3. Mira a tu hijo para que satisfaga tus necesidades o te valide. Las personas con un estilo de apego ansioso buscan constantemente la seguridad de quienes les rodean. Esto puede presentarse incluso en tu relación padre-hijo. Puede que te encuentres mirando con frecuencia a tu hijo para que te recuerde que te quiere, buscando validación.

Apego Evitativo

Puedes tener un apego evitativo si

  1. Alguna vez tus padres o tu pareja te han descrito como hiperindependiente. Las personas evasivas suelen sentirse incómodas dependiendo de nadie, por lo que es frecuente que la independencia extrema sea su rasgo definitorio a los ojos de sus allegados.
  2. Te cuesta conectar emocionalmente con tu hijo. Puede que te sientas incómodo cuando tu hijo llora o necesita que le reafirmes verbalmente tu amor. Aunque los padres evitativos pueden atender las necesidades físicas de su hijo, les cuesta mucho atender sistemáticamente sus necesidades emocionales.
  3. Les resulta difícil ser verdaderamente vulnerables en sus relaciones. Esta dificultad puede atribuirse a la misma razón por la que estos individuos muestran una hiperindependencia; las personas evitativas se sienten incómodas siendo abiertas sobre sus emociones porque no quieren depender del cuidado de los demás.

Si alguna de estas personas descritas se parece a ti, ¡no te preocupes! Hay 3 cosas sencillas que puedes hacer para fomentar una conexión segura con tu hijo a pesar de tus inseguridades.

  1. Dedica tiempo a conocer tu estilo de apego y cómo se manifiesta en tu relación padre-hijo.

Una vez que hayas identificado tus comportamientos problemáticos, puedes reconocer las formas en que se han manifestado en tu relación con tu hijo. Investiga sugiere que ser un «padre helicóptero» ansioso puede aumentar los propios comportamientos ansiosos de tu hijo y disminuir su independencia. A la inversa, la incoherencia a la hora de dar afecto puede hacer que a los niños les cueste ser vulnerables. Tanto aferrarse como contenerse con tu hijo puede afectar a su capacidad para apegarse adecuadamente a ti y a los demás, así que reflexiona sobre si demuestras o no estos comportamientos.

  1. Equilibra la flexibilidad y la estructura en tu crianza.

La investigación sugiere que crianza autoritaria produce algunos de los niños más sanos emocional y socialmente. Este tipo de crianza requiere que proporciones a tu hijo el equilibrio adecuado de flexibilidad y estructura. A los niños a los que se les imponen normas pero se les permite explora su mundo tienen más probabilidades de desarrollar una relación estrecha con sus padres y sentirse cómodos expresando sus emociones. Es probable que las habilidades de inteligencia emocional de los niños seguros se trasladen también a sus relaciones futuras.

  1. Sé coherente en tu alimentación.

Al fin y al cabo, una de las cualidades más importantes de tu crianza es la coherencia. Dejar claro a tu hijo que sus necesidades serán satisfechas continuamente y que su salud y seguridad son tu prioridad. prioridad afecta positivamente a su capacidad de confiar. Las variables desconocidas en las relaciones exacerban los miedos de los niños ansiosos y evitativos, así que responde a sus peticiones de atención con más frecuencia y consuélalos cuando lo necesiten. Si demuestras a tu hijo que eres digno de confianza, aumentarás sus posibilidades de apegarse a ti con seguridad.

Ahora que ya conoces la inseguridad en el apego, te insto a que tomes cada día la decisión de ser el padre que tu hijo necesita. En estabilidad que ofrezcas a tu hijo le proporcionará un entorno seguro al que volver tras un largo día explorando su mundo. Cuando crezcan, tus hijos con apego seguro criarán hijos con apego seguro, y que es un ciclo que merece la pena continuar.

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