No sé a ti, pero a mí me encanta el otoño. Es sin duda mi estación favorita del año, con los árboles que cambian de color, el crujir de las hojas bajo mis pies, el tiempo de jerseys y todo lo acogedor. Durante los meses «ber» del año (septiembre, octubre, noviembre y diciembre), mis pensamientos se vuelven hacia la conexión. Cada año espero con impaciencia esta estación y reflexiono sobre los recuerdos que he creado con la familia y los amigos. A veces podemos quedar atrapados en todo lo que tenemos que hacer, y puede ser difícil bajar el ritmo y pasar tiempo intencionadamente con los que queremos.
Una forma sencilla y divertida de ayudar a tu familia a estar presente los unos con los otros es desviar la atención hacia los cinco sentidos: vista, oído, gusto, tacto y olfato. A medida que los niños crecen y se desarrollan, ponen en juego estos cinco sentidos cada día, a menudo a través de juego sensorialPara aprender sobre su entorno y sobre cómo interactúan entre sí los distintos elementos, crear recuerdos y formarse opiniones y creencias sobre el mundo que les rodea. Como padre o madre, puedes participar activamente en esta experiencia ofreciendo a tus hijos la oportunidad de utilizar sus cinco sentidos.
Muchos ejercicios de enraizamiento como este Método 5-4-3-2-1 te animan a dejar de hacer lo que estás haciendo y a fijarte en tu entorno, captando una sensación cada vez. Las prácticas de enraizamiento están pensadas para ayudar a regular las emociones, reducir la ansiedad y enraizarte en el momento presente. Realizar este tipo de actividades con tus hijos puede ayudar a todos los implicados a calmar su mente y experimentar sus circunstancias desde una nueva perspectiva. Para celebrar esta estación de cambio, aquí tienes algunas ideas sobre cómo puedes conectar con tus hijos y explorar juntos esta estación con los cinco sentidos:
- VISTA: El otoño es sinónimo de cambios en el entorno para prepararse para lo que está por venir. Una forma de ver cómo se producen estos cambios es dar un paseo en coche por tu barrio o por un cañón cercano. ¿Qué colores ves en los árboles? ¿Cuántas hojas han caído al suelo? Jugar con tu(s) hijo(s) a un juego como «Veo, veo» puede ayudarles a mirar por la ventana y utilizar sus palabras para describir lo que ven a su alrededor, contribuyendo a mejorar su desarrollo lingüístico. ¡Cada día puede haber un nuevo cambio en el exterior que señalar!
- SONIDO: ¿Cuándo fue la última vez que visitaste tu biblioteca local? Las bibliotecas tienen todo tipo de recursos para que las familias exploren juntas y aprendan algo nuevo. Puede que sea parcial, ya que trabajo en la biblioteca que hay cerca de mi casa, pero me encanta ver a las familias entrar en la sección infantil para elegir libros que leer juntos. Tanto si os sentáis en una cómoda silla en la biblioteca como si os lleváis libros a casa para leer antes de dormir, leer libros juntos puede ser una forma estupenda de fomentar la alfabetización temprana. Incluso un simple cuento de cinco minutos puede crear un espacio de conexión entre tu hijo y tú. Prueba a buscar libros en el catálogo específicamente sobre el otoño y ¡ve qué nuevas historias puedes disfrutar en esta época del año!
- SABOR: Una de mis actividades otoñales favoritas es hacer (y comer) dulces calientes y deliciosos. Uno de mis dulces favoritos son las galletas de calabaza con pepitas de chocolate. Hace unos años conocí una receta super sencilla que sólo lleva tres ingredientesmezcla para bizcocho de especias, puré de calabaza y trocitos de chocolate. Muchos recuerdos de mi infancia incluyen pasar tiempo en la cocina con mi madre, donde me enseñó a hornear y cocinar. Me encanta que los sencillos ingredientes de esta receta faciliten la participación de los niños en el proceso. Pasar tiempo de calidad juntos y aprender una nueva habilidad ayuda a reforzar el vínculo padre-hijo, ¡y ayuda que la golosina sepa tan bien!
- TÓCATE: Ahora que el tiempo refresca, es el momento perfecto para dar un paseo al aire libre y disfrutar de la suave brisa. Una forma de hacer que un paseo por la naturaleza sea más que una aventura es hacer que pulseras de cinta con la parte adhesiva hacia fuera para que puedas recoger tesoros por el camino. Esta puede ser una forma estupenda de que los niños practiquen su motricidad fina mientras recogen piezas individuales para pegarlas a su pulsera, o incluso las guardan para más tarde crear un diseño más intrincado. Tal vez encuentres una hoja de varios colores, una piña de pino o incluso una planta de buen aspecto. Esta actividad consiste en salir al exterior, dar pasos y ser curioso. Ayuda a tu(s) hijo(s) a recoger trocitos de naturaleza por el camino y luego, cuando lleguéis a casa, ¡haced una sesión de «enseña y cuenta»!
- OLOR: Uno de los olores más comunes asociados al otoño es el de la especia de calabaza (¡de ahí las galletas de calabaza con pepitas de chocolate!). Aunque puedes disfrutar del olor de una deliciosa golosina, también puede ser divertido crear tu propia olla a fuego lento llena de frutas y especias que componen esta época del año. Una receta sencilla para una olla a fuego lento otoñal pide una manzana, una naranja, un limón, canela en rama, nuez moscada y jengibre. Cuando recojas los ingredientes, tú y tu hijo podéis oler cada uno y decidir cuál es vuestro favorito y cuánto poner de cada uno. Combina estos ingredientes en una olla al fuego y disfruta de los olores de temporada durante todo el día. (Esta actividad puede ser más adecuada para niños mayores, ya que la olla a fuego lento puede estar caliente al tacto)
¿Qué recuerdos puedes crear con tu familia este otoño utilizando los cinco sentidos?