Los límites personales son algo más que mantenerse a dos metros de distancia de desconocidos. Algunos niños son demasiado tímidos para relacionarse con muchos de sus amigos, por lo que no tienen mucha práctica con los límites adecuados. Algunos niños son los mejores amigos de todos los que conocen, y a los padres puede preocuparles que esto ponga a su hijo en peligro algún día. He aquí una breve lista de recordatorios útiles a la hora de enseñar a los niños los límites personales, independientemente de la experiencia que su hijo tenga ya con este tema.
1. No pasa nada si no quieren abrazar a sus abuelos.
*Pero, ¿y si la abuela se ofende? ¿Y si mi familia piensa que mi hijo no les quiere? Aunque es perfectamente normal preocuparse por las reacciones de los familiares, su principal preocupación es la seguridad de su hijo. Es cierto, la abuela probablemente no represente una amenaza para su hijo. Sin embargo, respetar la decisión de tu hijo de no abrazar a alguien le enseña que su consentimiento es importante. Si se da esta situación con un familiar, puede informar educada y sucintamente al familiar (potencialmente confundido) de que está enseñando a su hijo los límites personales. Explícale que sabes que tu hijo está seguro con ese familiar, pero que quieres respetar su capacidad de abstenerse de contactos físicos no deseados. También puede beneficiar al niño tener una conversación posterior sobre por qué se sintió incómodo y por qué es probable que esté seguro con esa persona en el futuro.
2. «No significa no».
Esta norma no sólo se aplica a situaciones sexuales o peligrosas. Esta regla también debe aplicarse en casa cuando Suzy no quiere que Billy le cepille el pelo. Cuando alguien dice que no quiere que una acción siga produciéndose, hay que respetarlo y hacerlo cumplir. Si esta idea se enseña con delicadeza en casa, será más fácil que tu hijo respete a los demás niños en público. Aparte de protestar por ayuda cuando están en peligro, oponerse al contacto o la intervención de una persona es algo que el niño debe aprender que está en su derecho de mantener su límite personal.
3. Cuando describas partes íntimas de su cuerpo, no las avergüences: explícalas.
Cuando un niño llega a casa del colegio con una pregunta sobre distintas partes de su cuerpo, nuestra reacción instintiva puede ser quedarnos mirando asombrados o desviar la conversación completamente del tema. En resumen: los niños son curiosos por naturaleza. Están hechos para explorar, aprender y cuestionar. Esto no debe castigarse. Recuerde que es probable que no conozcan los tabúes que rodean a las preguntas que formulan. Es importante reaccionar con respuestas que contengan información adecuada a la edad, necesaria y precisa. Entonces puedes explicarles tranquilamente que es mejor hablar de estos temas sólo con los padres. Después de discutir sus preguntas, un tono compasivo ofrecerá más posibilidades de que su hijo se abra a usted sobre dónde oyó hablar de este tema.
Lo importante es que los niños aprendan sobre límites personales, ya sea de ti o de otra fuente. Para que sus preguntas reciban una respuesta que demuestre respeto por el cuerpo e información precisa, es fundamental que los padres sean los primeros en responder a las pequeñas mentes inquisitivas, independientes e impresionables de sus hijos.