Todos los padres han presenciado alguna vez una rabieta. Tu hijo grita mientras tú te quedas parado intentando decidir qué hacer. Puede ser aún más desalentador cuando hay un público mirando. Las rabietas en público pueden ser difíciles, pero a continuación encontrarás algunas estrategias de crianza positivas para aliviar el estrés cuando hay una multitud mirando.
Prepara a tu hijo para el éxito:
Una de las mejores maneras de evitar una rabieta es darle a tu hijo las herramientas para triunfar. Esto significa que debe tener en cuenta las necesidades de su hijo antes de salir en público. Por ejemplo, si tu hijo suele echarse la siesta sobre las 11 de la mañana, quizá no sea la mejor idea salir a esa hora. Si no puedes evitar salir durante ese tiempo y sabes que el lugar al que vas no es un sitio apto para niños, lleva contigo artículos que ayuden a entretener a tu hijo, como tentempiés, un juguete, etc.
El plan de juego:
Otra medida preventiva es el plan de juego. Para ello, debes explicar a tu hijo lo que puede esperar de la excursión: adónde vais, cuánto tiempo va a durar y qué recompensas puede esperar después. Hacer partícipe a su hijo del plan de juego también le hará sentir que forma parte de algo importante. También les ayudará a comprender lo que les espera para que puedan mantener el ritmo durante la excursión. Una de las mejores formas de fomentar el buen comportamiento en público es ofrecerte a jugar con tu hijo después de hacer recados. Concretamente a través de un tiempo especial. ¡Echa un vistazo a la hora especial aquí para empezar!
Reconocimiento:
Puedes tomar todas las medidas preventivas del mundo, pero incluso con toda esa preparación sigue existiendo la posibilidad de que se produzca una rabieta. En este caso, una de las primeras cosas que puedes hacer como padre y que más te ayudarán es mantener la calma. La ira y el lenguaje duro echan leña al fuego. Un niño enfadado necesita saber que usted es alguien que le va a ayudar a recuperar la calma. A menudo los niños coinciden con su temperamento. Una de las mejores cosas que puedes hacer es dar a entender que entiendes que están enfadados, por qué lo están y que vas a ayudarles a superarlo.
Al fin y al cabo, lo estás haciendo lo mejor que puedes. Tu hijo va a tener días difíciles y, con suerte, después de leer esto tendrás nuevas estrategias para ayudar positivamente a tu hijo a prevenir las rabietas, así como estrategias para usar cuando las rabietas sean inevitables.