A veces parece que nuestros hijos se pelean constantemente con nosotros. Todo les lleva a una rabieta y no siguen instrucciones ni para salvar sus vidas. Puede que te estés preguntando qué más se puede hacer para controlar este comportamiento aparte de los gritos y los castigos. He aquí algunas estrategias para mejorar el comportamiento mediante la conexión y la enseñanza.
Establezca rutinas y normas para eliminar las luchas de poder.
. La constancia es crucial para los niños porque les ayuda a sentirse seguros y a saber qué esperar a continuación. Si saben que la hora de acostarse es siempre a las 19.30, es menos probable que se enfaden contigo por obligarles a irse a la cama porque esa es siempre la norma.
Conectar primero
. La conexión es crucial en la crianza porque hasta que los niños no se sientan conectados, no querrán hacer lo que usted les diga. Esta conexión no tiene por qué durar mucho, puede ser un simple momento. Por ejemplo, una mañana la hija de una amiga protestaba a cada paso mientras se preparaba para ir al colegio, así que hicieron una pausa en lo que estaban haciendo para poner caras tontas y reírse juntas, y de repente la niña se dispuso a prepararse sin problemas.- Gestione las transiciones con cuidado. Pasar de una actividad a otra (por ejemplo, del juego a la cena) puede resultar bastante difícil para algunos niños. Haz lo que puedas para advertir al niño de que se acerca la transición y guiarle a través de ella.
Reconozca cuando su hijo se comporta adecuadamente
. Si tu hijo juega bien con su hermano, elógialo. Los niños ansían la atención de sus padres, ya sea positiva o negativa. Los elogios eficaces y otras recompensas son muy motivadores para los niños pequeños.- Reduzca el número de órdenes que da. Imagina que alguien te dijera lo que tienes que hacer cada minuto del día. Se sentiría bastante restrictivo, ¿verdad? Los niños a menudo se sienten así y pueden necesitar que les des un poco de flexibilidad. Intente reservar las órdenes para cosas más importantes o necesarias y es probable que su hijo decida cumplirlas.
- Simplifica lo que dices. Los niños pequeños no entienden las frases complejas, así que los sermones son bastante ineficaces. Intenta utilizar frases cortas, como «Pídelo amablemente», en lugar de una larga explicación («No puedes pegar. Cuando quieras un juguete tienes que pedírselo amablemente a tu amigo»).
- Modele un comportamiento adecuado. Los niños quieren ser como papá y mamá. Seguirán tus pasos elijas lo que elijas para gestionar tus emociones negativas. Pregúntate: ¿estoy enseñando a mis hijos a gritar e insultar, o a respirar hondo y salir a pasear hasta que se calmen?
Aunque nuestros hábitos de disciplina pueden ser bastante diferentes de estas sugerencias, según la declaración de política de la AAP, las investigaciones demuestran que las formas de castigo físico, los gritos y la vergüenza son menos eficaces para corregir el comportamiento de un niño. Aplicar los consejos compartidos anteriormente puede llevar más tiempo y esfuerzo que dar unos azotes o quitarle los juguetes, pero pueden ser más eficaces para fortalecer su relación y enseñar a su hijo la forma correcta de comportarse.
Recursos adicionales sobre disciplina:
Cómo aumentar la habilidad de su hijo para seguir instrucciones