¿Has oído alguna vez el dicho «los chicos serán chicos»? ¿O «las chicas son tan emocionales»? Pueden parecer frases inofensivas que explican nuestras experiencias como padres, pero en realidad pueden estar limitando el potencial de nuestros hijos.
Diferencias de género
Siempre oímos hablar de otro nuevo hallazgo sobre las «muchas» diferencias entre niños y niñas, ya sea en la forma de aprender, quién es mejor en matemáticas, quién es más agresivo, etc. La investigadora Christia Spears Brown explica en su libro «Parenting Beyond Pink and Blue» cómo se han exagerado o inventado estas diferencias. Las pocas diferencias que se encuentran de forma consistente en la investigación no parecen ser innatas (porque no las vemos en los bebés) sino más bien socializadas, o en otras palabras, los adultos entrenan a los niños para que se comporten de una determinada manera que sea aceptable para la sociedad.
Aunque es cierto que existen algunas diferencias, la forma en que los padres pensamos sobre el género influye en gran medida en cómo interactuamos con nuestros hijos, lo que orienta sus elecciones y cómo se sienten consigo mismos. A su vez, lo hagamos intencionadamente o no, moldeamos a nuestros hijos de formas no deseadas a través de pequeñas cosas como qué tareas asignamos a cada niño. Estas acciones conducen a las diferencias que vemos, como que las chicas desarrollen menos interés y confianza en sí mismas en matemáticas y que los chicos demuestren más agresividad no provocada. Los niños vienen con algunas preferencias e intereses, pero en muchos sentidos, entrenamos a nuestros hijos para que sigan los estereotipos de género en lugar de animarles a desarrollar sus cualidades únicas.
¿Por qué son perjudiciales los estereotipos de género?
Aunque el género es una característica importante de la identidad de una persona, en mi opinión no es necesario hacer tanto hincapié en él. Se trata de algo más que permitir que el color favorito de una niña no sea el rosa: las percepciones estereotipadas conducen a ideas rígidas sobre los roles de género y a creencias sesgadas según las cuales «todos» los niños hacen una cosa y «ninguna» niña hace otra. Los niños acaban prestando poca atención a las diferencias individuales, incluidas las suyas propias, lo que significa que no ven lo que les hace especiales y únicos. También en la mente de los niños se exageran los estereotipos entre niños y niñas y las semejanzas entre niñas o niños. En general, los niños se sienten limitados en muchos aspectos de la vida, incluidas sus opciones profesionales (sólo los hombres pueden ser policías), sus formas de expresarse (los niños no lloran) e incluso sus preferencias (las niñas bailan y los niños practican un deporte), lo cual no es necesario. Por otro lado, vivir libre de estereotipos y desarrollar cualidades asociadas tanto a hombres como a mujeres se muestra como la forma de vida más adaptativa. Ser neutral en cuanto al género no es el objetivo, sino ir más allá de un simple estereotipo para ser lo mejor posible.
Qué puede hacer usted
¿Qué podemos hacer como padres para luchar contra los estereotipos y animar a nuestros hijos a convertirse en los mejores individuos que puedan ser (en lugar de los más «femeninos» u «masculinos» que puedan ser)?
- Habla mucho con los niños, sean chicos o chicas. Hable de emociones y números por igual a ambos sexos.
- Fomente la actividad física en todos los niños; les ayuda a desarrollarse de muchas maneras.
- Léeles todas las noches. Esto les ayuda a prepararse para la escuela y aprender una gran variedad de cosas.
- Acurrucarse y luchar Los niños necesitan caricias afectuosas y las niñas necesitan desarrollar la motricidad gruesa.
- Practica deporte con ellos. En el deporte se aprenden muchas cosas, independientemente del sexo.
- Haz que jueguen con bloques, rompecabezas, laberintos y muñecas. Las niñas deben desarrollar habilidades espaciales y los niños necesitan cualidades de crianza para convertirse en seres humanos solidarios.
- Cambia tus propias expectativas sobre los niños en función de su sexo. Los niños se fijan en sus padres para saber cómo interpretar el mundo y adoptan sus puntos de vista.
- Señala cuando tus hijos y quienes les rodean comentan estereotipos. Recuérdales que los estereotipos no siempre son ciertos y saca a colación un ejemplo que hayan visto en su vida, como un amigo o un familiar, que vaya en contra del estereotipo.
- Anima a los niños a reconocer todas las cualidades diferentes que les hacen únicos y a no centrarse tanto en su sexo.
Cada niño es único y tiene necesidades diferentes, pero éstas son sólo algunas ideas para ayudar a los padres a animar a sus hijos a tener todas las oportunidades que necesitan para convertirse en lo mejor que pueden ser
Para más información sobre la crianza sin estereotipos, consulta el libro del que proceden la mayoría de estas ideas:«Parenting Beyond Pink and Blue«, de Christia Spears Brown.
Mira aquí y aquí para obtener más consejos sobre lo que puedes hacer para promover un desarrollo saludable del género.