Podría decirse que no hay nada más bonito que la sonrisa pegajosa de oreja a oreja de un bebé… hasta que le salen dos dientecitos de delante, entonces se acabó el juego. Pero ese nivel extremo de ternura tiene un precio, sobre todo para el bebé. Ruido, encías inflamadas, insomnio e incluso fiebre son sólo algunos de los síntomas que manifestará tu bebé cuando empiece la dentición. La dentición suele comenzar en torno a los 4-6 meses, y a los 3 años tu hijo debería tener un juego completo de dientes primarios (de leche). Aquí tienes algunos consejos y trucos para aliviar los dolores de dentición de tu bebé cuando llegue a esa etapa.
Masaje de encías
Con las manos limpias, frota suavemente las encías de tu bebé donde estén inflamadas. Un poco de contrapresión en
el lugar donde está saliendo un diente puede ser justo lo que ayuda a calmar a tu bebé.
Toallita fría
Un paño congelado o frío para que el bebé lo roa también es un truco útil. Humedece el paño en agua (la leche materna también sirve), enfríalo (o congélalo) y dáselo al bebé. El paño frío ayudará a reconfortar al bebé y a calmar el dolor. Si tu bebé ya ha empezado a comer sólidos, también puedes probar los potitos fríos.
Mordedores
Los mordedores de silicona, goma o incluso madera son soluciones populares para la dentición de los bebés. Prueba a meter un mordedor de silicona o goma en la nevera para que se enfríe y aliviar así las encías inflamadas.
Desde las sonrisas gingivales hasta los niños pequeños con dos dientes, una vez que tu bebé tiene un par de dientes, es importante enseñarle y fomentar hábitos de higiene bucal saludables. La frase «que empiecen jóvenes» nunca ha sido más cierta. Cuidar los dientes de leche de tu hijo es clave para garantizar que sus dientes adultos también estén sanos. Puedes mantener sanas las encías de tu bebé frotándolas suavemente con una toallita suave. También puedes ayudar a tu bebé a acostumbrarse a la sensación de un cepillo de dientes utilizando un pequeño cepillo de dientes para bebés que quepa en tu dedo. Otra cosa que les encanta a los bebés es tener un cepillo de dientes para morder y explorar. Asegúrate de utilizar un cepillo de dientes de cerdas suaves, es una buena forma de ayudarles a acostumbrarse a la textura erizada de la boca.