Recuerdo que cuando tenía 12 años mi familia fue a un restaurante y el camarero me hizo la clásica pregunta: «¿Quieres sopa o ensalada?». Acababa de graduarme en el menú infantil y no estaba acostumbrado a esa pregunta, así que malinterpretando lo que me dijo respondí muy confuso: «Sí, tomaré la superensalada…». Pensando que me iba a traer una ensalada enorme. Obviamente, mi respuesta le confundió, así que respondió: «Entonces, ¿quieres la ensalada?», a lo que yo respondí, mientras pensaba: «¿Qué le pasa, me acaba de preguntar eso? No fue hasta después de que se marchara que expresé mi confusión a mi familia ante lo cual se murieron de risa. Me dio mucha vergüenza y, como les pasa a muchas familias, ¡nunca me han dejado olvidarlo! A día de hoy, cada vez que meto la pata o me equivoco, mi familia me pregunta si quiero la «superensalada».
Todos nos avergonzamos, es simplemente parte de la vida. Si no lo hiciéramos, ¡ninguno de nosotros tendría buenas historias que contar en las fiestas! Dado que la vergüenza es una parte natural e importante de la vida, los padres deben enseñar a sus hijos cómo responder a ella.
Antes de avergonzarse:
Aquí tienes algunos consejos sobre cómo preparar a tus hijos para un momento embarazoso:
- Modela el comportamiento: Los niños aprenden mucho observando e imitando a sus padres. Cuando te encuentres en una situación embarazosa, modela una buena respuesta que puedan copiar después.
- Enseña que la valía no se basa en las acciones: Enseña a tus hijos que su valía no se basa en sus acciones, sino simplemente en lo que son. Ayudarles a alcanzar una base sólida de autoestima les ayudará a recuperarse más rápidamente cuando se sientan avergonzados.
- No te tomes la vida demasiado en serio: Enseña a tus hijos que la vida tiene que ser divertida y desordenada. Nadie les pide la perfección, sólo que se esfuercen al máximo. Sé creativo y haz actividades tontas con ellos que les ayuden a salir con frecuencia de su zona de confort.
Después de pasar vergüenza:
Por mucha preparación que hagamos, nuestros hijos seguirán pasando vergüenza, así que aquí tienes algunas ideas para ayudarles cuando les ocurra:
- Valida sus sentimientos: Esto es especialmente útil si se enfadan por sentirse avergonzados. Ayúdales a expresar sus sentimientos y reconoce que comprendes cómo se sienten. Tómate en serio su preocupación, pero no exageres.
- Recuérdales que le puede pasar a cualquiera: Nadie es perfecto, y recordárselo puede ayudar a normalizar la experiencia. Incluso podrías contarles alguna anécdota embarazosa que te haya ocurrido alguna vez.
- Elogie las habilidades positivas: Intenta felicitarles por algo bueno que hayan hecho ese día y expresa tu orgullo por ellos.
La vergüenza es una parte natural de la vida que todos experimentamos. Esperamos que estos consejos sean útiles para enseñar a tus hijos a responder positivamente a la vergüenza.
