Son las 17:10. Se suponía que debías estar en el parque para encontrarte con la niñera hace 10 minutos. Pero estás atrapado en el supermercado esperando en la cola después de entrar corriendo para coger «sólo unas pocas cosas»… con el niño de 3 años. Sorprendentemente, Susie siguió pidiendo caramelos después de que usted le dijera específicamente NO MÁS CARAMELOS. Te sientes derrotado porque cediste y le diste a Susie tu móvil para distraerla. Buscas a tientas tu cartera. Necesitas una ducha, no, un día de spa. La niñera está intentando llamar.
Así que instintivamente arrancas el móvil de las manos de Susie. Ves cómo sus ojos pasan del teléfono a ti. La ves enrojecer y fruncir el ceño…
Y sabes exactamente qué tipo de horrible colapso está a punto de tener lugar. Aquí mismo. Ahora mismo.
¿Te suena?
Rabietas públicas. Si no has experimentado una crisis de tu hijo en público, al menos has visto cómo lo hacía el hijo de otra persona. Conoces la sensación de vergüenza cuando los rostros que te rodean juzgan en silencio a tu acalorada familia mientras tú intentas frenar frenéticamente los gritos, las patadas y las lágrimas (y las de tu hijo también).
He aquí algunos consejos que esperamos sean útiles a la hora de enfrentarse a las rabietas en público:
Consejo nº 1 Intenta no preocuparte demasiado por la gente que te rodea. En lugar de eso, céntrate en calmarte a ti mismo y a tu hijo. Lo más probable es que la gente que te rodea sea menos crítica y más comprensiva de lo que crees.
Consejo nº 2 Mantenga la calma. Imagina que estás exasperado y enfadado, cansado e incomprendido, y te pones a gritar o a llorar. ¿Ayudaría que alguien te dijera enfadado «cálmate»? Probablemente no. Sin ceder todo el poder a tu pequeño, puedes comunicarle tranquilamente que está a salvo y que se le ve. Intenta no ser pasivo-agresivo. Hable despacio y con claridad.
Consejo nº 3 ¡Distracción! Desvía su atención con uno de sus juguetes, un vaso de agua fría o una nueva conversación. A ver si consigues que hablen de algo que les guste o se aferren a algo que les reconforte.
Consejo nº 4 Antes de salir la próxima vez:
- Intenta repasar el programa del día con tu pequeño para que sepa lo que le espera después de una buena compra.
- Hazles saber que pueden elegir UNA golosina o UN juguete durante el viaje, pero que después no podrás conseguirles más. Incluso puedes pedirles que te repitan las «normas» de la compra antes de entrar.
- Por encima de todo, asegúrate de que tu pequeño está bien alimentado y descansado antes de salir a la calle. Lleva tentempiés para el coche y juguetes para las partes del día que puedan ser un poco más aburridas para ellos (sentarse en salas de espera o esperar a que mamá termine de hablar con un amigo).
LO MÁS IMPORTANTE QUE DEBES RECORDAR es que no eres un mal padre si tu hijo tiene rabietas y otros niños parecen inmunes a ellas. Esta diferencia puede deberse simplemente a que los niños nacen con temperamentos diferentes. Algunos niños están predispuestos a reaccionar con fuerza ante los estímulos, las críticas o las emociones. Algunos reaccionan con paz y otros con confusión o miedo. Sigue esforzándote al máximo. La paternidad es una profesión noble, sea cual sea el niño.