Golpes en la cabeza en niños. Y no me refiero a la música Heavy Metal.
Seguro que ha visto a su hijo chocar con cosas mientras aprendía a andar, gatear, sentarse o ponerse de pie. Pero, ¿qué ocurre cuando tu hijo se golpea la cabeza a propósito? Aunque puede ser doloroso de ver, los golpes en la cabeza son bastante típicos en bebés y niños pequeños. Hasta un 20% de los niños pasan por la etapa de golpearse la cabeza. Los niños pequeños suelen superar esta fase a los tres años.
Cómo es
Los golpes en la cabeza pueden ser diferentes en cada niño. Algunos niños se golpean la cabeza contra el colchón o la almohada cuando se disponen a dormir la siesta. Algunos se sientan en posición vertical y se golpean la cabeza contra la pared o el lateral de la cuna.
Razones por las que un niño pequeño puede darse cabezazos
- Autoconfort
- Alivio del dolor
- Frustración
- Necesidad de atención
- Problema de desarrollo
Cómo ayudar
Ignóralo – Golpearse la cabeza es una acción autorregulada. Si le resulta doloroso, es probable que se eche hacia atrás para evitar el dolor. Si corres en su ayuda cada vez que se golpea la cabeza a propósito, el comportamiento podría aumentar en frecuencia. IGNORAR EL COMPORTAMIENTO SÓLO SI NO HAY RIESGO DE DAÑO.
Cambia la posición de la cuna – Si tu hijo se golpea la cabeza contra la pared, busca otras posibles ubicaciones para la cuna o la cama. A veces, basta con hacer un pequeño cambio para detener el comportamiento.
Evite lesiones – Acolche la zona con mantas finas y seguras. Asegúrate de no poner nada extra en la cuna que pueda suponer un riesgo de asfixia.
Intente ser empático: valide los sentimientos de su hijo. Di algo como «Veo que estás enfadado. Querías el _____ pero mamá dijo que no». Al empatizar, reconoces los sentimientos de tu hijo, pero no tienes que ceder.
Prestar atención: lo sé, lo sé. Sólo dije que ignoraras el comportamiento. Puedes ignorar el comportamiento y seguir prestando atención de otra manera. Son demasiado pequeños para entender lo que ocurre, así que no les regañes ni les castigues por su comportamiento. Encuentre una forma positiva de prestar atención.
No regañes – Mostrar tu desaprobación a veces puede empeorar el comportamiento.
Cree una rutina relajante para irse a dormir: un baño caliente, leer un libro o cantar una nana pueden facilitar la rutina de acostarse.
Consulta a tu pediatra – Si te preocupa que se trate de un problema mayor o que tu hijo se haga daño físico a sí mismo, ponte en contacto con tu pediatra.
Recuerda que los golpes en la cabeza son frecuentes en los niños pequeños. La mayoría de ellos superarán la fase a los tres años. Mantén la calma. No te enfades por el comportamiento. Algunos niños realmente hacen esto sólo para llamar la atención. Otros lo utilizan como mecanismo de autocuración. En cualquier caso, nuestro trabajo consiste en amarles.