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Lo que estoy aprendiendo de (intentar) ser madre de un niño con trastorno negativista desafiante

A mi segunda hija le diagnosticaron trastorno negativista desafiante (TOD) cuando tenía 8 años. Sabíamos que algo era diferente mucho antes de eso. Cuando iba a la guardería, su profesora le daba una hoja de ejercicios. Lo arrugaba, lo tiraba al suelo, se cruzaba de brazos y se negaba a hacerlo. La mayoría de los niños tienen la necesidad de complacer a sus padres o profesores, pero los míos no. Esto convirtió la crianza de los hijos en todo un reto. Si estás criando a un niño con comportamientos difíciles, aquí tienes algunas cosas que he aprendido (y otras que dicen los expertos):


Cuida de ti mismo en



cuídese


– si tienes un hijo con comportamientos difíciles, el autocuidado es más importante que nunca. Si ya no tienes nada que dar, es más difícil mantener la calma. Lo sé, lo sé, el autocuidado mientras se crían hijos difíciles es realmente difícil de priorizar. Pero si no haces nada más de esta lista, esto es importante. Serás mejor padre si sabes cuidar de ti mismo.

No grites para que te oigan por encima de los gritos de tu hijo. – esto va unido a mantener la calma. Si tú gritas, lo más probable es que ellos también griten.


Alejarse no significa rendirse
– a veces no se puede razonar con este niño. Asegúrate de que tu hijo está en un lugar seguro y entonces sí que puedes alejarte.


Valida sus sentimientos, pero no sus acciones
– puedes decir algo como «Está bien estar enfadado, pero no está bien romper cosas (o pegar a tu hermana, o tirar cosas, etc.)».


No formule sus peticiones en
forma de pregunta – Si le pregunto a mi hija: «¿Quieres hacer el favor de limpiar tu habitación?». Lo dejé abierto para que dijera que no. En vez de eso, le digo: «Es hora de limpiar tu habitación».


Utilice



estrategias de desescalada


– Una de las primeras lecciones que me enseñó el terapeuta de mi hija fue a no escalar la situación. Por ejemplo, podrías decir: «Tiene sentido que estés enfadado ahora porque realmente querías la taza naranja, no la azul, y porque a veces es difícil no conseguir lo que quieres». Lleva tiempo y trabajo hacerlo bien, pero es útil en muchas situaciones.


Únase a un



grupo de apoyo


– esta podría ser la razón por la que todos seguimos funcionando en mi casa. Encontrar a otros padres que pasan por pruebas similares no tiene precio.


Date un poco de gracia
– recorrer este camino es muy duro y a menudo muy solitario. No hay manual. Maya Angelou dijo una vez: «Hazlo lo mejor que puedas hasta que lo sepas mejor. Luego, cuando lo sepas mejor, hazlo mejor».

Aprender a no agravar la situación puede que sea lo más importante que he aprendido a lo largo de los años. Tienes que ser lo suficientemente fuerte como para salir de la biblioteca pública mientras te grita tu hijo de 15 años (lo hice ayer mismo). Tienes que ser lo suficientemente fuerte como para mantener unos límites firmes en casa, incluso cuando tu hijo se resista a ellos. De un padre luchador a otro: lo has conseguido. Sé amable contigo mismo. Sea amable con su hijo. Ellos no eligieron esto.

 

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