Es posible que hayas oído a tu vecino hablar de cómo un determinado juguete está ayudando a Sally a desarrollar su motricidad fina y te hayas preguntado «¿Qué significa eso realmente?» o «¿Qué tiene de especial la motricidad fina?». La realidad es que los inicios de la motricidad fina sientan las bases de las habilidades cotidianas necesarias más adelante.
Las habilidades motoras finas son básicamente las cosas que se hacen con los músculos pequeños de las manos y los dedos (por ejemplo, tocar un instrumento musical o juntar legos) en contraposición a las acciones que requieren los grupos musculares más grandes de las piernas y el torso (por ejemplo, caminar o nadar). Estas habilidades son importantes porque implican unir un montón de pequeñas habilidades separadas para explorar y controlar mejor el entorno que nos rodea.
En el caso de los bebés, se trata de agarrar y alcanzar objetos, lo que les ayuda a aprender a verlos, oírlos y sentirlos. En este artículo se describe a grandes rasgos el desarrollo de la motricidad fina del bebé durante su primer año de vida.
A medida que crecen, los niños necesitan aprender habilidades cotidianas como girar el pomo de una puerta y cuidar de su higiene, así como habilidades académicas como utilizar un teclado y cortar con tijeras. Aquí encontrará una lista de actividades cotidianas comunes que requieren el uso de la motricidad fina.
Un niño que no puede realizar estas tareas básicas se ve afectado de muchas maneras. Puede provocar una disminución de la autoestima, del rendimiento académico y de las opciones de juego, así como dificultades en la coordinación mano-ojo.
El desarrollo de la motricidad fina desde una edad temprana facilita el aprendizaje de la escritura a mano, lo que facilita la transición al sistema escolar. Cuanto más les cueste a los niños manipular un lápiz, más esfuerzo tendrán que dedicar a esa tarea en lugar de aprender lo que se les está enseñando.
Los niños con dificultades en la motricidad fina tienen más probabilidades de que les cueste desarrollar su independencia porque no pueden hacer cosas como vestirse o comer solos. Esto afecta a los niños en sus relaciones familiares y con sus compañeros, ya que les resulta más difícil relacionarse con los demás.
Para que tu hijo tenga éxito en áreas que van desde la costura hasta la autoestima, dedica regularmente tiempo a realizar con él actividades que desarrollen su motricidad fina. Aquí tienes una lista de actividades divididas por categorías (por ejemplo, actividades con tijeras, actividades sensoriales) que puedes hacer en casa para fomentar la motricidad fina, y aquí puedes encontrar otros más de 30 ejercicios para reforzar esas habilidades. Este vídeo muestra una de las actividades de motricidad fina que en Help Me Grow enviamos a los padres cuando rellenan nuestros cuestionarios de desarrollo.
En general, la motricidad fina, así como todos los demás ámbitos del desarrollo, marca una gran diferencia en el potencial de crecimiento de un niño, y tú tienes el poder de ayudarle a alcanzar ese potencial, empezando cuando apenas se está dando cuenta de que sus manos existen.