Todos hemos oído que debemos limitar el tiempo que nuestros hijos pasan frente a la pantalla. En esta época dominada por la tecnología, es difícil saber qué debemos dejar ver a nuestros hijos, cuánto y qué puede estar perjudicando su desarrollo. Definir el tiempo de pantalla se ha vuelto difícil y, aunque muchos padres saben que los niños mayores de dos años no deben ver más de dos horas al día, la cantidad de medios digitales a los que están expuestos nuestros hijos ha cambiado.
Existen correlaciones entre el tiempo de pantalla y determinadas enfermedades o un mayor riesgo para los niños. Por ejemplo, los niños que ven más de dos horas de televisión al día tienen el doble de riesgo de padecer obesidad infantil. Quienes ven pantallas antes de acostarse duermen menos, lo que dificulta la concentración y el aprendizaje. Además, ver más violencia puede insensibilizar a los niños ante el sufrimiento de la vida real, y está relacionado con el aumento de la ansiedad y el miedo. Dejar que un niño pase demasiado tiempo frente a una pantalla tiene un coste de oportunidad. Las horas que los niños pasan en los dispositivos es tiempo que podrían haber dedicado a leer, estudiar, interactuar con otros seres humanos o estar al aire libre.
En 2017 se establecieron nuevas directrices de la Academia Americana de Pediatría. La Academia define ahora el tiempo de pantalla como el tiempo dedicado a utilizar medios digitales con fines de entretenimiento. Otros usos, como los deberes en línea, no cuentan como tiempo de pantalla. La academia recomienda que, para los niños de 2 a 5 años, el tiempo de pantalla se limite a una hora al día. A partir de los 6 años, corresponde a los padres determinar las restricciones y supervisar los tipos de medios digitales que utilizan sus hijos.
Los bebés son los más vulnerables a las pantallas, y los menores de 18 meses no deben exponerse a ningún medio digital. Para más información sobre estas nuevas directrices, pulse aquí.
Lactantes de 18 meses o menos:
Sin medios
¡¿Sin medios?! Puede ser todo un reto. Sin embargo, prohibir que los bebés pasen tiempo frente a una pantalla es muy importante para el desarrollo del cerebro y la salud de las relaciones entre padres e hijos. El ruido y la actividad de una pantalla distraen al niño: aunque el bebé no esté mirando directamente a la pantalla, puede verse sobreestimulado por las luces y los sonidos, lo que puede causarle angustia y problemas para dormir. Por ejemplo, si una madre amamanta a su hijo en el sofá mientras ve la televisión, puede estar perdiéndose un tiempo crucial de vinculación. Cuanta más interacción cara a cara tengan los niños con sus madres y otros adultos, especialmente el contacto visual, mejor será para el desarrollo cerebral de los bebés. Cuando los padres están fijos en la pantalla del televisor o del teléfono, los bebés se ven privados de esa atención; y si se les desatiende repetidamente en favor de los medios digitales, los niños pueden desarrollar problemas de conducta en el futuro. La televisión tampoco debe ser una niñera: es mucho mejor hablar con un niño o leerle un libro.
Niños de 2 a 5 años:
Una hora al día
Una vez que los niños cumplen dos años, pueden empezar a estar expuestos gradualmente al tiempo de pantalla y a los medios digitales. Barrio Sésamo y otros programas de PBS deberían verse junto con otros programas que no tengan anuncios, que tienden a sobreestimular a los niños. Los niños de esta edad no pueden interpretar las imágenes como un niño mayor, no pueden descifrar entre personas del mundo real y dibujos animados de ficción.
Niños a partir de 6 años:
Limitar los medios digitales
Los padres son los encargados de poner límites. Los niños deben dar prioridad al tiempo productivo sobre el de entretenimiento. Para los niños sanos, un día normal debe incluir escuela, deberes, tiempo, al menos una hora de actividad física, contacto social y sueño (que es de 8 a 12 horas para los niños). Lo que sobre puede ser tiempo de pantalla. Los padres deben ser los mentores mediáticos de sus hijos. Enséñales a utilizarla como herramienta para crear, conectar y aprender.
Debemos recordar que muchos aspectos de los medios digitales son positivos. Puede ser interactiva, facilita la comunicación y permite crear. Ahora los niños también suelen ver los apuntes de clase y hacer los deberes a través de una pantalla. Sin embargo, padres: tenéis que hablar con vuestros hijos, especialmente con los adolescentes (si los tenéis) sobre los riesgos de los medios de comunicación, como el ciberacoso, y ser accesibles a anuncios y depredadores en línea.
Toda esta información puede parecer desalentadora, sobre todo teniendo en cuenta que las nuevas tecnologías, las aplicaciones y los programas están cada vez más al alcance de la mano. Aquí tienes algunos consejos que puedes poner en práctica fácilmente en tu vida:
- Sea el modelo mediático de sus hijos. Para enseñar a tus hijos a tener hábitos saludables en los medios digitales, ¡tú también tienes que tenerlos! Apaga la televisión y los portátiles por la noche.
- Designa momentos libres de medios de comunicación, como cenas o inmersiones, o lugares libres de medios, como las habitaciones.
- Utilice los medios digitales principalmente para comunicarse y no para entretenerse, y cuando lo haga, ¡úselos en familia!