De niño, recuerdo lo mucho que me entusiasmaba disfrazarme en Halloween. Hay algo mágico en hacerse pasar por otra persona u otra cosa durante una tarde, divirtiéndose y recibiendo un montón de golosinas deliciosas. Tallar calabazas, pedir caramelos y beber sidra de manzana caliente son algunas de las cosas que más esperaba de Halloween. Sin embargo, no siempre me han gustado las cosas más terroríficas de la fiesta: los disfraces espeluznantes, los sustos y las casas encantadas.
Como padres, Halloween tiene el potencial de ser terrorífico o divertido por diferentes razones. Da miedo porque mantener la seguridad de los niños en Halloween puede ser un reto, pero es divertido porque nuestros hijos están tan entusiasmados con la fiesta como lo estuvimos nosotros en su día.
He aquí algunas sugerencias para mantener a salvo a los más pequeños y seguir disfrutando juntos de Halloween:
- Asegúrate de que los disfraces de tus hijos sean fáciles de ver en la oscuridad. Puedes hacerlo eligiendo colores más claros y brillantes o colocando tiras reflectantes, pintura que brille en la oscuridad o barritas luminosas en sus disfraces.
- Utiliza los pasos de peatones o cruza la calle por las esquinas, y asegúrate de comprobar si hay coches antes de cruzar. Especialmente al oscurecer, puede ser difícil para los conductores ver a las personas que cruzan la calle. Ayude a sus hijos a prestar atención y sea un ejemplo de cómo cruzar la calle con seguridad.
- Si es posible, intente utilizar pintura facial o maquillaje en lugar de una máscara para el disfraz de su hijo. Dependiendo de la máscara del disfraz, la vista de un niño podría verse afectada, lo que le dificultaría ver y caminar con seguridad. Si utilizas pintura facial, asegúrate de que no sea tóxica.
- Acompañe a los más pequeños en su aventura de truco o trato. Mientras que los niños mayores (generalmente de 12 años o más) pueden salir a pedir caramelos en grupos de amigos, los más pequeños no deben salir solos. Los niños mayores deben tener un plan, seguir una ruta aprobada por los padres y saber cuándo deben volver. Considere la posibilidad de asegurarse de que disponen de un teléfono móvil o un medio de comunicación por si acaso. Todos los niños deben saber cómo ponerse en contacto contigo en caso de que se separen o surja una emergencia.
- Asegúrese de comprobar todas las golosinas antes de permitir que su hijo se las coma. Aunque la idea del «truco o trato» es divertida, a veces hay cosas extrañas o peligrosas en la bolsa de caramelos de los niños. Asegúrese de inspeccionar el botín de su hijo antes de permitirle tener rienda suelta.
- Considera la posibilidad de racionar las golosinas. Piensa en un plan que permita a tu hijo disfrutar de sus dulces y golosinas al tiempo que le ayuda a controlar las porciones y a evitar el dolor de estómago. Determine la frecuencia o la cantidad de caramelos a los que su hijo puede acceder en un día y ayúdele a cumplirlo.
Mantener la seguridad de su hijo es una forma estupenda de asegurarse de que su Halloween sea feliz.