Si es un desafío acostar a su hijo, usted no está solo. Ya sea que pida un vaso de agua cada 5 minutos, escuche “No estoy cansado,” o un berrinche en general, la hora de acostarse puede ser caótica. Todos sabemos que es importante dormir, pero para los niños, recibir suficiente sueño ayuda con las cosas como el comportamiento o el aprendizaje. Los estudios muestran que los malos hábitos en la niñez pueden conducir a dificultades para dormir como adulto.
Establecer una rutina para la hora de dormir. El tener un conjunto de actividades consistentes para ayudar a su hijo a prepararse para dormir ayuda a su hijo a saber qué esperar cada noche a la hora de dormir y le da un sentido de seguridad. Una rutina para la hora de dormir tal vez incluya un baño, cepillando los dientes, ponerse las pijamas y leyendo un cuento. Manténgalo corto, 20 a 30 minutos, y sencillo.
Fija una hora de dormir realista basada en la cantidad de sueño que su niño necesita. Los niños de cada edad necesitan cantidades diferentes de sueño. Mientras la cantidad de sueño necesario puede variar para cada individuo, las pautas generales para el sueño requerido se pueden encontrar aquí.
Proveer un buen ambiente para dormir. El asegurar que los juguetes están guardados, las luces están bajas y las pijamas se pueden encontrar fácilmente puede reducir el estrés relacionado a la hora de dormir y eliminar las distracciones. El tomar tiempo para mantener un ambiente de paz puede ser de mucha ayuda.
Use las visualizaciones de sueño o cuentos de niños para ayudar a su hijo a relajarse. Como adultos, los niños tal vez tengan dificultades para dejar de pensar para que puedan quedarse dormidos. Usando una aplicación como Calm para cuentos para dormir o esta meditación guiada para los niños puede ayudar a calmar a su hijo y ayudarle a quedarse dormido. Usted también puede proveer algo para que se enfoquen como estrellas o un sistema solar en el techo.
No sea parte del problema. Los padres a veces refuerzan los malos hábitos del sueño sin darse cuenta. Aunque tengamos las mejores intenciones al ayudar a nuestro hijo a dormir, en realidad fomentamos hábitos que nos mantengan corriendo a su cuarto a cada rato. Puede encontrar una lista de errores para evitar aquí y aquí.
Ojalá que estos consejos ayuden a que la hora de dormir de su hijo sea más fácil para que su niño pueda dormir (¡y usted también!) bien durante la noche. Si todavía está preocupado sobre el sueño de su hijo, hable con el pediatra de su hijo para asegurarse que no hay condiciones de salud subyacentes causando problemas con el sueño en su hijo.